El trastorno orgásmico o disfunción orgásmica es una incapacidad para alcanzar el orgasmo durante la relación y estimulación sexual. Este trastorno causa mucho malestar y dificultades en las relaciones de pareja. Esta disfunción encuentra explicaciones psicológicas o por efecto fisiológico de un fármaco o enfermedad.

Cuando la mujer nunca ha experimentado un orgasmo por ningún medio se le llama condición primaria y cuando ha tenido orgasmos y en la actualidad no lo alcanza se llama condición secundaria.

Posibles causas para el trastorno orgásmico

En ocasiones las drogas, el alcohol y las emociones disminuyen la capacidad para responder orgásmicamente. Pocas veces algunas condiciones de salud como lesiones de la medula espinal, esclerosis múltiple, neuropatía diabética, los trastornos hormonales y algunas enfermedades crónicas afectan la inervación pélvica afectando el interés sexual.

Las causas también incluyen actitud de negación al sexo, malas experiencias en la infancia, afectan la capacidad de una mujer para tener respuestas, el abuso sexual, las violaciones, inhiben el deseo sexual en las mujeres muchas veces. En ocasiones los problemas de pareja, como la monotonía, aburrimiento, producen un bajo deseo sexual que sirven de factores al trastorno orgásmico secundario. Algunas causas se encuentran en la timidez para requerir alguna clase de estimulación que ayude a funcionar mejor la relación, la falta de armonía y cercanía dentro de una relación.

Como prevenir las causas del trastorno orgásmico

Una buena actitud hacia el sexo, el sexo es saludable, la educación sexual sobre cómo es la estimulación sexual y sus respuestas puede minimizar esta clase de problemas. La mujer debe asumir su propia responsabilidad para tener placer sexual en la relación que es de importancia vital. Compartir con la pareja sus inquietudes sexuales, manejando una intimidad para que se presente esta disfunción con menos frecuencia.

La respuesta sexual debe ser sana, espontanea, no se debe forzar y cuanto más se centra la persona en alcanzarlo más dificultad. Cuando el problema comienza por el uso de medicamentos se debe consultar al profesional de la salud que lo prescribió.

Se puede visitar un terapeuta sexual para informarse sobre la situación. Se puede practicar ejercicios de pareja con estimulación y jugueteo previo para ayudar a que se dé el orgasmo en la relación. Trabajar para mejorar la relación y confianza de la pareja con un entrenamiento de comunicación.

Cuando no se disfruta el sexo en la relación, se convierte en deber en vez de experiencias enriquecedoras y satisfactorias y es causa de resentimientos y conflictos.